ERIZOS

Sí, sigo con el dulce, pero prometo que me reformo en las dos próximas entradas. Están los niños de vacaciones y no hay nada mejor que buscarles actividades para que no se aburran y empiecen a maquinar. Algo que les gusta mucho, porque muchos de ellos no lo hacen de manera normalizada, es cocinar y dependiendo de la edad, se les puede pedir que hagan muchas cosas e incluso, que se comprometan un día en semana a preparar la cena.

Para los más pequeños, vamos a hacer una golosina para la hora del café. En casa de mi abuela siempre había algo dulce que llevarse a la boca después de un menú pantagruélico y a mí se me ha quedado grabado. No solemos tomar café en casa, pero cuando hay, saco la caja buena de galletas o me esmero un poco más y preparo algo casero.

Con esta receta me estreno en un nuevo reto que consiste en elaborar un plato de un chef de verdad. Este mes, en Cooking the chef, el turno le ha tocado a Samantha, sí, la de Masterchef, la de los programas de Canal Cocina lleno de colorinchis y saboooooor. No os voy a mentir, no es que la siga demasiado, me pone un poco nerviosa, pero he de reconocer que a la hora de elegir receta, me he encontrado con más de una sorpresa a su favor.

Llevaba idea de hacer el pastel de zanahoria del que tanto alardea, pero como la entrada anterior fueron unas galletas justo con esa hortaliza, no he querido saturar vuestros ojos de naranja. Un día por otro y la casa muy barrida, pero nada decidido. Sus rocas me parecían cosas de manualidades más que de cocina, pero están tan ricas y admiten tantas variantes…

Siempre las hice para regalar y todos se chuparon los dedos. No me quedaba otra que darles un lugarcito en el blog, no os parece….

Ingredientes.

– 100 gramos de chocolate negro.

– 75 gramos de almendra laminada tostada.

– Pasas, al gusto.

– Una cucharada de mantequilla.

– 3 cucharadas de leche.

Elaboración.

1º.- Ponemos el chocolate troceado junto a la mantequilla y la leche en un bol apto para el microondas. Programamos un minuto a potencia media y al término, lo sacamos y removemos. Si necesita algo más de tiempo, hazlo de medio en medio minuto para que no se queme.

2º.- Removemos bien y le incorporamos el resto de ingredientes. Removemos de nuevo para repartirlo todo bien.

3º.- Con la ayuda de una cuchara, vamos cogiendo porciones y colocándolas sobre papel de horno o en cápsulas de silicona. Dejamos templar y refrigeramos para que se endurezca el chocolate.

Servimos.

Seguro que no queda ni una… ya me lo imagino…