No solemos dejarnos llevar por las fiestas para elaborar nuestros menús, ese es el motivo por el que en este blog no creo que veáis patatas con forma de corazón en febrero o turrones en diciembre pero, sin que sirva de precedente, me apetecían ayer unos garbanzos bien guisados con espinacas, de esos que llaman de vigilia. No, tampoco guardamos esas tradiciones, en esta casa se come lo que se puede y se quiere los 365 días del año.