Unas veces chic, otras de andar por casa…pero siempre rica
Tras las protestas del pinche porque el Especial Navidad no ha visto todavía la carne, os traigo una nueva idea sana, vegana y con sabor que nos vendrá muy bien para aligerar un poco los menús de estos días. Al final se nos suele ir la mano con los aperitivos y los postres, a los que hay que incluir los dulces típicos de estas fechas… a mí me encantan, pero termino muy, muy pesada. Estos puerros van a ser la sensación, ya verás…
Desde hoy empieza la cuenta atrás para la Navidad y hemos querido preparar una serie de platos, sencillos todos, para que tengáis ideas con las que agasajar a todos, desde los amigos más cercanos hasta la familia más lejana. Nuestra idea, si el trabajo no lo impide es publicar a diario durante este mes, así que… empezamos!!!
Años y años con el blog, años y años comiendo salmorejo sin parar en verano -literalmente, casi- y resulta que tiene que venir Belén y el Asaltablogs para que lo publique… si es que me puede el ansia viva de comérmelo y claro, ni foto ni nada.
Rompemos el silencio bloguero y hacemos un parón pequeño en los estudios para no faltar a nuestra cita con Cocinas del mundo, ya que nos apetecía mucho viajar a Latinoamérica. El problema este mes ha venido por ser algo tan genérico, ya que empiezas a mirar recetas y no paras, todo se te antoja y claro, tan solo un plato llegará a ser publicado… cuál escoger… qué dilema. Al final nos hemos decantado por Colombia y por sus papas chorreadas, una delicia sencilla que vamos a preparar en más de una ocasión.
Volvemos a viajar desde nuestra cocina y esta vez, a la India, de la mano de Cocinas del mundo y de su anfitriona este mes, Marga. El tiempo disponible se nos ha ido entre médicos y obligaciones familiares, pero no quería yo dejar de participar en los retos, que llevo una temporada buena. La receta es sencilla, pero rica en matices, una joya de esta gastronomía que nos facilita comer legumbres de formas diferentes.
Cuando voy a tomar un caldo o una crema ligera siempre me apetece más en tazón que en plato y en este caso, aunque viajemos a Holanda con el reto de Cocinas del mundo de la mano de Mar, me sigue pasando lo mismo. Además, olía tan bien que decidí ser generosa conmigo misma y al final cené la nada despreciable cantidad de 420 ml. Después de eso… estómago calentito, sofá, manta y una sonrisa de oreja o oreja porque sabes que tienes en casa ingredientes como para repetir receta al día siguiente. Se puede pedir más a una noche de jueves?.
Viajar sin hacer maletas ni deshacerlas después, que es lo que a mí me mata, es lo que nos hemos propuesto este año, pero como todavía no se tienen vacaciones,nos toca esperar… a no ser que viajemos a través de la gastronomía. Hoy ha tocado coger un avión hasta Colombia.
El otro día le contaba a mi amiga Bego, de La Cocina de Samira, que en casa de mis padres las navidades las celebrábamos muy tranquilas, sin excesos, con recetas muy ricas, pero que no excedían un presupuesto normal. Ahora que hay sillas vacías…más aún. Yo me lo tomo como un domingo cualquiera, una reunión familiar más dentro de las habituales en las que lo único que cambia es que hay algún que otro producto típico de las fechas. Los sentimientos están ahí y no se van, independientemente del día que sea, porque la pérdida es siempre, por más que se acentúe en fechas señaladas.
Se terminó el verano… sí, no podemos hacer nada, las vacaciones quedan atrás, en el recuerdo, y empieza un nuevo año en el que esperamos que haya mucho movimiento por aquí. Para ello, lo mejor que podemos hacer es ponernos las pilas e ir publicando ya. Como es final de mes, retomamos la costumbre de hurtarle un plato a un compañero del Asaltablog, que en este caso es Lauriteles.
Estas tostas son el entrante del segundo menú de navidad que os prometimos.
No sé si os pasa, pero a mí me encanta picotear más que ponerme delante de un menú formal; eso de ir probando de aquí y de allá es mi perdición y además, salgo baratísima porque me lleno enseguida. Vamos, que soy una joyita para quien me quiera llevar de restaurantes.
Los deseos del paladar 