PATATAS BRAVAS

Whole Kitchen en su Propuesta Salada para el mes de julio nos invita a cocinar un clásico de la cocina española: PATATAS A LA BRAVA

Qué atrevimiento, eso es lo que llevo pensando toda la mañana… Hemos comido unas patatas bravas en casa, compartiendo cazuela, como si estuviéramos de pinchos por la Calle Laurel y nos han sabido muy ricas, pero hay que decir que no son las de El Jubera, bar donde las comemos de higos a brevas, que el pinche no es muy dado a estas cosas, dice que lo tiene muy visto y que no le llama la atención.

Tantas y tantas maneras de presentarlas… recordemos que Francis Paniego las recoge en la carta de Tondeluna, unos cilindros de patata con salsa en homenaje a Sergi Arola.

En esta ocasión me he decantado por la versión callejera, la de un sábado por la noche cuando nos vamos los amigos a picotear, esa con la que te manchas –benditas manchas- de salsa de tomate y mahonesa. Nos gustan sin picante, así que las hicimos para estómagos delicados.

Ingredientes.

–          3 patatas.

–          Tomate frito.

–          Pimentón dulce.

–          Mahonesa.

–          Aceite de oliva virgen extra.

–          Sal.

Elaboración.

1º.- Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en trozos de bocado. Las secamos bien y las freímos en abundante aceite caliente, a temperatura media, para que se nos queden tiernas por dentro y crujientes por fuera.

2º.- Mezclamos el pimentón con la salsa de tomate y echamos un poco en el fondo de una cazuela de barro.  Si las queréis picantes, poned un poco de pimentón picante también. Ponemos también un poco de mahonesa.

3º.- Cuando estén fritas las patatas, escurrimos bien sobre papel absorbente y las incorporamos a la cazuela.

4º.- Napamos con las dos salsas y… servimos caliente junto a un buen trozo de pan, que la salsa no se puede dejar ahí.